Imágenes de muerte
Imágenes de muerte.
Este es el título de una de las exposiciones temporales que actualmente podemos disfrutar en el museo de etnología valenciano.
Esta exposición cuenta con imágenes procedentes de coleccionistas fotográficos como José Huguet Chanzá, Javier Sánchez Portas, Julio José García Mena y Virginia de la Cruz Lichet.
En la época en que nace la fotografía, el 1839, la sociedad occidental mantenía un diálogo estrecho con todo aquello relacionado con la muerte.
No obstante, y como se puede ver en esta exposición, la tradición del retrato de difuntos fue una práctica que se vinculó con el rito funerario de forma casi natural y espontánea, buscando de conservar la última imagen de un ser estimado.
Así pues, esta tradición se prolonga hasta nuestros días. Esta exposición muestra la evolució tipológica y cronológica de esta práctica presentando piezas del territorio valenciano, de la costa mediterránea, junto a algunos ejemplos europeos y americanos que permiten dar, por un lado, una visión de las particularidades de este tipo de retratos en la región, pero también las similitudes que encontramos en este género retratístico sea el que sea su lugar de procedencia.
A lo largo de la antigua vida, la fotografía era algo excepcional, siendo que una persona, a lo largo de su vida, tal vez se realizaba 2 o 3 fotografías.
Hoy en día las cámaras de nuestros smartphones son como una extensión de nosotros mismo, realizando fotos a diario en todo momento.
A mi compañera y a mi este cambio nos da qué pensar... y os invitamos a que os lo planteéis vosotros también.
¿Seríamos capaces de pasar 1 mes sin realizar ni una sóla foto? Nosotras afirmamos que no, y por ello os proponemos que nos hagáis equivocarnos.
¿Alguien acepta el reto?
Dejamos una frase que resume muy bien la exposición de estas imágenes:
Este es el título de una de las exposiciones temporales que actualmente podemos disfrutar en el museo de etnología valenciano.
Esta exposición cuenta con imágenes procedentes de coleccionistas fotográficos como José Huguet Chanzá, Javier Sánchez Portas, Julio José García Mena y Virginia de la Cruz Lichet.
En la época en que nace la fotografía, el 1839, la sociedad occidental mantenía un diálogo estrecho con todo aquello relacionado con la muerte.
No obstante, y como se puede ver en esta exposición, la tradición del retrato de difuntos fue una práctica que se vinculó con el rito funerario de forma casi natural y espontánea, buscando de conservar la última imagen de un ser estimado.
Así pues, esta tradición se prolonga hasta nuestros días. Esta exposición muestra la evolució tipológica y cronológica de esta práctica presentando piezas del territorio valenciano, de la costa mediterránea, junto a algunos ejemplos europeos y americanos que permiten dar, por un lado, una visión de las particularidades de este tipo de retratos en la región, pero también las similitudes que encontramos en este género retratístico sea el que sea su lugar de procedencia.
A lo largo de la antigua vida, la fotografía era algo excepcional, siendo que una persona, a lo largo de su vida, tal vez se realizaba 2 o 3 fotografías.
Hoy en día las cámaras de nuestros smartphones son como una extensión de nosotros mismo, realizando fotos a diario en todo momento.
A mi compañera y a mi este cambio nos da qué pensar... y os invitamos a que os lo planteéis vosotros también.
¿Seríamos capaces de pasar 1 mes sin realizar ni una sóla foto? Nosotras afirmamos que no, y por ello os proponemos que nos hagáis equivocarnos.
¿Alguien acepta el reto?
Dejamos una frase que resume muy bien la exposición de estas imágenes:
"Porque en definitiva la muerte está en todas partes y la inquietud del ser humano frente a ella".
Buena caza y largas lunas.
Akela 🐾
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